Mi gran placer es compartir con vosotros un trocito de ese dia de paz con algunas de las fotografias que hice.
Mis pies...
...y los de mi hija.
Fue una maravilla, pero lo que no se puede ver es que el agua estaba helada!
Estas pisadas són de mi niña.
Y mientras veía las olas ir y venir...
...hundía los pies en la arena.
Que lujo es aburrirse. Y como me aburria, yo también jugaba con la arena (hala!)
Fue una delícia, un dia lleno de paz (ayudó algo el vinito blanco de la comida, ahahaha!). Ojalá todo el mundo pudiera disfrutar de las pequeñas cosas, aunque solo sea hundir los pies en la arena o el agua helada del mar!
Noemi