Puede ser probable que los dulces y el chocolate ayuden a aliviar el dolor. Si no es así, al menos están muy ricos.
Aunque estemos cansados, doloridos y desanimados debemos dejarnos envolver por la ilusión y la magia que hace sonreir a los niños. Durante la castañada podemos comer castañas, boniatos y mezclarlo con pan con tomate, embutidos y moscatel (por qué no?).
Y mejor si tenemos cerca una chimenea encendida.
Para mejorar el ambiente nos podemos animar a vaciar una calabaza y poner una vela dentro.
No es tan difícil y la luz que irradia es realmente acogedora.
Hace un año "vestí" una mesa con un mantel de lunas y murciélagos, y la llené de bizcochos, caramelos, chocolate, madalenas, ganchitos, patatas, y un largo etcétera de deliciosos manjares infantiles que cautivaron tanto a los niños como a los mayores.
Si a eso le unes algún juego sencillo para los niños y algunas sillas cerca de la chimenea para los mayores, se puede convertir en una deliciosa tarde para varias familias.
Os animo a disfrutar del otoño, de los primeros frios y las primera lluvias, pero con alegría, la alegria que tiene los niños al disfrutar de cualquier fiesta que comporte soñar.
Happy Halloween!
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